Los miembros del rescate de Totalán

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A 72 metros de profundidad, el misterio atemoriza. Después de 13 largos y duros días el hilo de la esperanza se rompió, gracias a Francisco Maturana, especialista en montaña de la Guardia Civil.


Francisco Maturana después de todo ese largo proceso, encontró al pequeño en el amanecer del día 26 de enero, después de 299 horas en el estrecho agujero. Una profunda y dura caida de 71 metros a la que Julen no pudo sobrevivir.



Los primeros equipos de emergencia, solo se preguntaban si por ahí cabía un niño, pero el relato de los padres a cabo convenciendoles. La cordura decía que tras la enorme caída, el niño no podía estar vivo, pero los miembros del rescate se aferraron al corazón. "Siempre creimos que habia una pequeña luz de que estuviera vivo" recalca el ingeniero Ángel García Vidal. Desde su despacho dirige los 13 días a contra reloj. El y los que participaron vivieron dos semanas bastante difíciles, pero nunca será comparable con la de los padres del pequeño.


Después de la última explosión, un agente de la Guardia Civil de montaña acompañaba a los mineros a bajar, pero también ejercía de policía judicial por si encuentran cualquier indicio del pequeño Julen. Nicolas Rando, cuyo hijo preguntaba todas las mañanas si ese iba a ser el día que sacaría al pequeño del pozo. A la 1 y 30 de la mañana del sábado, cumplieron el deseo de muchos del país, pero la esperanza de todos murió en un instante. El pequeño Julen falleció.

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